sábado, 15 de enero de 2022

 



                      Análisis del artículo escrito por el Canciller de la Federación Rusa Sergei Lavrov

titulado. "La ley, los derechos y las reglas"

 

Las reglas occidentales

El Canciller Sergei Lavrov, condensa, resume y sintetiza en tres palabras representadas como subtítulo para este párrafo, el nervio ciático de su posición como redactor de este extraordinario artículo de opinión.

Deja bien estructurado su pensamiento fundamentándose en el sentido preclaro del fin del poder hegemónico unipolar, surgido precisamente a partir de la caída de la U.R.S.S en 1991, mencionándola en un aparte de su opinión como “La década salvaje rusa”.

Es contradictorio y muy descompensado entender que el desequilibrio mundial de los poderes dominantes a finales del siglo XX, se materializó en su propia Nación. Simplemente ese tren no lo vieron venir y los atropelló infamemente. Está muy clara una cuestión. Los modelos de gobernanzas se agotan, es como el principio del ciclo de la vida, nace, crece, se desarrolla, envejece y muere.

Nuestro comportamiento político es un ser vivo, no es orgánico es muy cierto, pero es un cuerpo que precisamente tiende a cumplir esa norma. Lavrov es tajante y preciso al expresar lo siguiente:

 “Encontrar un equilibrio de intereses mutuamente aceptable estrictamente sobre la base de la paridad es la única forma de cumplir con cualquiera de estas vías”.

El pragmatismo del Canciller Ruso es incuestionable, su experiencia tras décadas de ejercicio de su profesión así lo demuestra. Sin duda alguna ha sido un actor preponderante para coadyuvar a que las sociedades poseedoras del poderío armamentístico nuclear en estos últimos 30 años, no hayan incinerado al planeta tierra y aniquilado a la humanidad, suena como se lee, un poco nihilista la forma de expresar esta verdad, pero de cierto modo es la realidad.

En 1962, con la crisis de los misiles de Cuba, estuvimos a 13 días de conseguir esa aterradora meta. Todavía existen seres humanos no pensantes de las consecuencias de actuar llevados por impulsos ideológicos y extremistas para imponer sus más distorsionados deseos de dominación. La intransigencia del modelo unipolar impulsado por las pseudo democracias occidentales han tratado de imponer a ultranza la occidentalización de las sociedades que cultural, religiosa, política, social e históricamente se han resistido a esos procesos de asimilación cultural, por consiguiente, el sistema mundo caracterizado desde la fundación de las Naciones Unidas, han modelado la democracia basándose en la uniformidad de criterios convenientemente amañados bajo un esquema de parlamentarismo justo y equilibrado para hacer de nuestra civilización, una panacea inalcanzable de realizar.

Lo más lamentable de este escenario está perfilado indudablemente a someter a estas sociedades antes identificadas en líneas anteriores, como parias y amenazas potenciales para la visión de la estabilidad y el concepto de paz impuesta bajo la presencia de las armas. Estos pensamientos expuestos por Lavrov, desnuda con una precisión premonitoria esa concepción del mundo irrealizable.

Por estas razones el ejercicio de la diplomacia internacional, del arte de la negociación de los conflictos para atacar y prevenir los estados de beligerancia, cancela por adelantado, el ejercicio y la preservación de la paz como bien inestimable de la humanidad, incrementando continuamente la violencia entre los Estados miembros de un multilateralismo agotado bajo la visión del imperialismo versus sus oponentes a estas antiguas prácticas colonizadoras.

El Sistema Mundo y sus integrantes deben empezar a reconocerse como iguales dentro de una civilización humana. El autor del artículo hace entender al lector, que existen varias civilizaciones y unas no desean reconocer la existencia de las otras, será esto verdad. Yo preferiría usar otra razón particular.

La civilización humana es una sola, forma parte de un corpus integrado como un organismo vivo pero por razones obvias, el cuerpo civilizatorio tiene un Cáncer que está consumiendo su salud y esa salud está representada en no saber preservar la paz, cuestión que en la actualidad, mantenerla está prácticamente cancelada y ese ejercicio para garantizar la paz, está sobrepasada por la metástasis de la multidimensionaldad de la guerra unipolar, exacerbada a partir que el mundo bipolar se fracturó a principios de la década de los años 90 del siglo pasado.

Quizás nuestras estructuras educativas para la formación y capacitación de los profesionales que coadyuvan a fortalecer el entendimiento de la diplomacia en los escenarios multilaterales y ejercer las políticas sobre las relaciones internacionales entre Estados, han caído en un agotamiento discursivo bajo una pesada carga de filosofías mal interpretadas o peor aún, reinterpretadas, fenómeno que ha afectado precisamente y colocaré como un ejemplo, a los textos fundamentales religiosos como lo son: El Corán, La Biblia y La Torá.

Estos textos religiosos y sus contenidos han sido a lo largo de la historia de la humanidad, manipulados, rediseñados, reconstituidos, rectificados y re lanzados para cubrir las expectativas de los poderes y las sociedades que las practican. Las filosofías políticas sin duda alguna, han sufrido esas transformaciones. Entonces cómo explicar que, en la actualidad, las diferencias, divergencias y oposiciones de estos contenidos llenos de callejones sin salida, no conducen a preservar la paz, sino a erosionarla constante y peligrosamente.

Hemos puesto al borde del cataclismo ambiental al único planeta conocido que puede sustentar la vida en todo el Universo:

1.    Nos negamos a voltear la mirada y rectificar lo mal andado.

2.    Nos estamos suicidando colectivamente.

3.    Nos negamos a auto disciplinarnos.

4.    Nos oponemos a buscar alternativas.

5.    Nos resistimos a replantear nuestro avanzado progreso industrial.

6.    Entre otros.

¿De cuál progreso nos referimos?

Más de 1000 millones de seres humanos viven bajo el umbral de la absoluta marginalidad, sin agua potable y sin ninguna esperanza que los modelos de gobernanzas en cada país, puedan dar soluciones adecuadas a estas necesidades.

Aquellas naciones progresistas que se han propuesto organizadamente a hacerlo, en la mayoría de los casos, bajo el ejercicio de reglas democráticas, salvo algunas contadas excepciones, precisamente son calificadas como gobiernos que se oponen al sistema mundo unipolar diseñado para que funcione de esa única manera y son atacadas constantemente: Venezuela, Corea del Norte, Libia, Siria, Palestina, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Belarús, China, múltiples naciones africanas y Rusia, solo por mencionar algunos casos emblemáticos.

Disciplinar el ejercicio de la democracia

Lavrov nos brinda una idea bastante polémica y la refiere con la expresión de ejercerla “Democracia Autoritaria”, sí nos chocan los dos términos, entonces surge otro cuestionamiento: ¿Cómo entender la democracia y en su ejercicio, practicar el autoritarismo? Pues más claro no pudo estar el autor al expresar esa inquietud.

En nuestros actuales tiempos hemos promovido el individualismo por encima del colectivismo, en pocas palabras, hemos abandonado el concepto primario de vivir dentro de la tribu.

Como ya lo sabemos y no debería explicar esto, sin embargo, creo que es necesario hacerlo brevemente.

En los albores de la humanidad y para poder sobrevivir al ambiente hostil que nos rodeaba, aprendimos a ser fuertes agrupándonos como especie y comenzando a evolucionar, formando células que después llegaron a ser tribus nómadas, que posteriormente se asentaron, fundando pueblos, comarcas, feudos, ciudades, reinos, imperios, Estados nacionales y esas asociaciones nos impulsaron a construir la civilización humana que actualmente conocemos.

Con esa evolución gregaria y para podernos dar una estructura, un orden y una disciplina y poder convivir, desarrollamos sobre la marcha, convenciones políticas y religiosas para precisamente gobernarnos, darnos una consistencia asociativa, un tejido funcional, un cuerpo orgánico mediante el cual, poder conservar una lógica de sobrevivir y no aniquilarnos en un ejercicio anárquico de imponer nuestras ambiciones más hostiles.

Pues bien, señoras y señores, hemos fracasado estrepitosamente

Hoy en día el actual monopolio del modelo capitalista, es el que ha estimulado la individualidad del ser humano, convirtiéndonos ex profeso, en exterminadores criminales del ambiente terrestre, acuático y atmosférico, depredadores insaciables de la fauna, flora y de los recursos no renovables.

Solo el 1% de los seres humanos poseen el 95% del poder económico e industrial del planeta. El 99 % restante de la humanidad, está en umbrales de dependencia absoluta de ese privilegiado porcentaje que son los responsables de acumular la riqueza producida por las mayorías depauperadas integrantes de nuestra deshumanizada civilización.

Soñamos con buscar un asteroide lleno de metales preciosos, bajo la promesa de hacer millonaria a toda la humanidad y acabar con la pobreza, pero no nos detenemos a replantearnos que la verdadera riqueza está con nosotros, pero desigualmente distribuida.

 En esta realización cinematográfica que solo alcanzó a tratar este tema para satisfacer el morbo humano y comer unas cuantas pop corn, (cotufas o palomitas de maíz), reflejó precisamente este impensable tema. “Don’t Look Up”, (No Mires Hacia Arriba). ¿Se asemeja esto a lo vivido en la era Trump?

Ciertamente la pobreza es aniquilada, pero con todo el planeta tierra, un absurdo de la desfachatez capitalista impulsada por Donald Trump.

Nos enfrentamos en esta década a grandes desafíos conductuales que nos arrojan si lo mostramos con estadísticas, a las peores probabilidades de hacer colapsar el sistema mundo unipolar tal cual lo conocemos arrastrando con este hecho a la civilización humana, la única que existe. Las democracias unipolares occidentales están desesperadas por mantener el vigor de sus planteamientos hegemónicos y la única forma que conocen para contener esa amenaza en ciernes, es el uso de la violencia sistemática.

 Los laboratorios de pensamiento estratégicos, tácticos y operacionales, están laborando continuamente para desarrollar nuevas formas postmodernistas de hacer la guerra bajo la premisa fundamental, que esta sea rápida, económicamente viable y definitivamente desestabilizadora, pero las ecuaciones implementadas no les dan el resultado esperado y eso cada día que pasa, los pone absolutamente nerviosos, por ende, los hace mucho más peligrosos e inestables emocionalmente.

El principal promotor de estas visiones apocalípticas es sin duda alguna, el gobierno de los Estados Unidos que está arrastrando consigo el cuerpo de las alianzas atlánticas representadas en la OTAN. Sin embargo al parecer, los Estados europeos están viendo objetivamente estas intenciones y de una u otra manera, no quieren participar dentro de la crisis de gobernanza ucraniana, o enfrentarse a la temida Irán, o intentar agredir militarmente a Rusia y China, todo porque los Estados nacionales que acabo de mencionar son pertenecientes al eje del mal de las naciones con pensamiento multipolares y en sí mismas, las verdaderas economías que están derribando el muro capitalista regentado por la dinastía económica del Dólar como moneda de intercambio comercial preponderante.

 Tratando este tema, la visión unipolar del control mundial por parte de las potencias occidentales vencedoras del último gran conflicto bélico mundial, simplemente han quedado en una mala posición por decirlo así, tambaleándose en las dos décadas transcurridas del siglo XXI, mientras sus oponentes se han fortalecido de una forma inconmensurable, haciendo que el giroscopio unipolar esté perdiendo su fuerza centrífuga.

 Esa poderosa fuerza que les permitía a las democracias occidentales hegemónicas, marcar el ritmo de la economía, ya no lo es tanto, pero siguen en su empeño de mantener su influencia arbitrariamente en regiones geográficas donde antes no tenían interés de prevalecer: la fachada atlántica de Venezuela, el mar de China meridional, la ruta polar del norte, el canal de Nicaragua, las sempiternas Islas Malvinas, por solo mencionar algunos nuevos escenarios geopolíticos puntuales.

Lavrov infiere con mucha fortaleza que el mundo multipolar se está volviendo realidad, pero consideró que para completar esa predicción adecuadamente, deberán las democracias occidentales aceptarlo a rajatabla y refundar el sistema mundo para poder llegar quizás, a replantear las relaciones multilaterales con una visión más consistente con la realidad multipolar, alejándose progresivamente de la amenaza que hoy en día pesa sobre el equilibrio de fuerzas que de ser desatadas violentamente, traerán consecuencias inconmensurables de cuantificar.

Concretamente hablando, alguien tendrá que ceder mucho y voy más allá. Alguien y me refiero a las democracias occidentales unipolares, van a perder mucho por lo que surge esta pregunta: ¿Estarán dispuestos a conceder la victoria a sus enemigos ideológicos y económicos naturales?

Conociendo el comportamiento histórico de estos oponentes, les tocará asumir la posición de actores de contención, precisamente a las potencias económicas representadas en China y en Rusia, quienes no pueden darse el lujo de arrojar la primera piedra.

Ese objeto contundente deberá ser lanzado por sus antagonistas ideológicos, pero al hacerlo, habrán agotado para siempre el poco combustible que les queda en sus reservas para influenciar con su peso el sistema mundo unipolar, dando paso a la instalación definitiva del sistema multipolar y esa es una negación doctrinal permanente en el gobierno de los E.E.U.U.

Pongamos este escenario en contexto

Sería como darle reconocimiento al Socialismo o al modelo económico comunista como ideologías funcionales por lo cual, las democracias occidentales unipolares deberán de reconocer y aceptar como nuevas reglas del juego en las relaciones internacionales.

Podrán hacerlo, pues eso sinceramente no va a ocurrir, preferirán antes de eso, ir a la guerra y sálvese quien pueda. Nuevamente Hollywood nos sirve de pantalla para visualizar el futuro post apocalíptico muy bien representado en cantidades de filmes que representan esa aterradora posibilidad, claro muchos la negaran porque forma parte de la ciencia ficción. Así también pensaba Leonardo Da Vinci o Julio Verne.

Rusia está amenazada gravemente como jamás en su historia posterior a la invasión alemana durante el desarrollo de la Operación Barbarosa en la Segunda Guerra Mundial lo ha estado, pero indudablemente Putin y Medvedev en su momento lo visualizaron y en un silencio estratégico, comenzaron a relanzar el poderío militar, económico y político de una Nación que quedó geopolíticamente devastada después del Glasnost y la Perestroika de Gorbachov y del nefasto Boris Yeltsin, abriendo paso a la instalación del mundo unipolar.

La actual Federación Rusa ya no es el recuerdo trasnochado de un gigante dormido con pies de barro.

El Leviatán ruso está despierto y decidido a ocupar su espacio que le corresponde por su peso específico en el nuevo sistema mundo multipolar.

A buenos entendidos pocas palabras.

Articulo:
Teniente Coronel Edgar Alejandro Lugo Pereira
M. Sc en Historia Militar
IAESEN, enero 2022

Enlace: 

Foto: UNIR (Universidad por Internet)

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